Animación y storyboard: cómo utilizar la voz para dar vida a personajes animados. La planificación y creación de storyboards para videos animados.

 La animación y el storyboard son dos disciplinas que están íntimamente relacionadas, ya que ambas se encargan de contar historias a través de imágenes en movimiento. La animación es el arte de dar vida a personajes, objetos y escenarios mediante técnicas digitales o tradicionales, mientras que el storyboard es la herramienta que permite previsualizar y organizar las escenas de un proyecto audiovisual, antes de pasar a la producción.

En este artículo, vamos a explorar cómo utilizar la voz para dar vida a personajes animados, y cómo planificar y crear storyboards para videos animados. Estos son dos aspectos fundamentales para lograr una animación de calidad, que capte la atención y la emoción del público. Además, vamos a ver algunos ejemplos de proyectos de animación y storyboard que nos pueden inspirar y enseñar.

Cómo utilizar la voz para dar vida a personajes animados

La voz es un elemento esencial para transmitir la personalidad, las emociones y las intenciones de los personajes animados. Una buena voz puede hacer que un personaje sea memorable, divertido, entrañable, aterrador o cualquier otra cosa que queramos. Por el contrario, una mala voz puede arruinar el trabajo de animación y hacer que el personaje resulte plano, aburrido o incoherente.

Para utilizar la voz de forma efectiva, se deben tener en cuenta algunos aspectos, como:

• La sincronización labial: se trata de hacer coincidir el movimiento de los labios del personaje con el sonido de la voz, para crear una ilusión de realismo y naturalidad. Para lograr una buena sincronización labial, se puede recurrir a programas de software que facilitan el proceso, o bien hacerlo manualmente, ajustando los fotogramas clave de la animación a las sílabas de la voz.

• La modulación: se refiere a la variación de la frecuencia, el tono y la intensidad de la voz, para expresar diferentes estados de ánimo, sentimientos y actitudes. Por ejemplo, una voz aguda puede indicar nerviosismo, miedo o sorpresa, mientras que una voz grave puede sugerir seriedad, autoridad o enfado. Una voz monótona puede resultar aburrida o indiferente, mientras que una voz dinámica puede transmitir energía o entusiasmo.

• La entonación: se relaciona con la forma de pronunciar las palabras, las pausas, el énfasis y el ritmo de la voz, para dar sentido y coherencia al discurso. Por ejemplo, una pregunta suele tener una entonación ascendente al final, mientras que una afirmación suele tener una entonación descendente. Una entonación adecuada puede ayudar a expresar la intención, la ironía o el sarcasmo de lo que se dice.

• El acento: se refiere a la forma de hablar propia de una región, un país o una cultura, que se caracteriza por el uso de ciertos sonidos, palabras o expresiones. El acento puede ser un rasgo distintivo de un personaje, que refleje su origen, su educación o su personalidad. Por ejemplo, un personaje con acento extranjero puede indicar que es un viajero, un inmigrante o un turista, mientras que un personaje con acento local puede mostrar que es un nativo, un vecino o un amigo.

• El ritmo: se vincula con la velocidad, la fluidez y la cadencia de la voz, que pueden variar según el contexto, la situación o el estado de ánimo del personaje. Por ejemplo, una voz rápida puede denotar prisa, nerviosismo o impaciencia, mientras que una voz lenta puede revelar calma, tranquilidad o cansancio. Una voz fluida puede sugerir confianza, seguridad o dominio, mientras que una voz entrecortada puede evidenciar duda, miedo o inseguridad.

• El volumen: se asocia con la fuerza, la potencia y la claridad de la voz, que pueden depender de la distancia, el ambiente o la intención del personaje. Por ejemplo, una voz alta puede significar gritar, llamar la atención o expresar una emoción intensa, mientras que una voz baja puede implicar susurrar, guardar un secreto o mostrar una emoción contenida. Una voz clara puede demostrar firmeza, convicción o sinceridad, mientras que una voz débil puede reflejar debilidad, indecisión o mentira.

Además de estos aspectos, se debe elegir una voz adecuada para cada personaje, que se ajuste a su edad, género, origen, rasgos físicos y psicológicos. Para ello, se puede recurrir a actores de voz profesionales, que sepan interpretar y adaptar su voz a las necesidades del personaje, o bien utilizar programas de software que permitan modificar y personalizar la voz.

También se puede recurrir a técnicas de doblaje profesional, como la imitación, la interpretación, la adaptación y la dirección de voz. La imitación consiste en copiar la voz de una persona famosa o reconocible, para crear un efecto de humor, parodia o homenaje. La interpretación implica darle un toque personal a la voz, para crear un personaje único y original. La adaptación supone ajustar la voz al idioma, la cultura y el público al que va dirigido el proyecto. La dirección de voz consiste en guiar y supervisar el trabajo de los actores de voz, para asegurar la calidad y la coherencia del resultado.

La planificación y creación de storyboards para videos animados

Un storyboard es una herramienta que permite previsualizar y organizar las escenas de un video animado, antes de pasar a la producción. En un storyboard se muestran las imágenes, los diálogos, los sonidos, los movimientos de cámara y las transiciones que componen el video. Un storyboard puede tener diferentes niveles de detalle y acabado, según el tipo y la complejidad del proyecto.

Para planificar y crear un storyboard, se deben seguir algunos pasos, como:

• Definir el objetivo, el público y el estilo del video: se trata de tener claro qué se quiere comunicar, a quién se quiere llegar y cómo se quiere hacer. Esto implica definir el mensaje, el tono, el género, la duración y el formato del video, así como el perfil, las necesidades y las expectativas del público objetivo. También se debe elegir el estilo visual y sonoro del video, que puede ser realista, fantástico, cómico, dramático, etc.

• Escribir el guion: se refiere a redactar el texto que se va a decir o a mostrar en el video, incluyendo los diálogos, las narraciones, los títulos y los subtítulos. El guion debe ser claro, conciso y atractivo, y debe seguir una estructura narrativa que tenga un principio, un desarrollo y un final. El guion debe estar dividido en escenas, que son las unidades básicas de acción y tiempo del video.

• Dibujar las viñetas: se consiste en ilustrar cada escena del guion, mostrando los personajes, los objetos, los fondos y las acciones que ocurren en el video. Las viñetas pueden ser simples bocetos o dibujos más elaborados, según el nivel de detalle que se quiera dar. Las viñetas deben tener un tamaño y una forma uniformes, y deben estar numeradas y ordenadas según el guion.

• Añadir las anotaciones: se implica escribir o dibujar las indicaciones que complementan las viñetas, como los ángulos, los planos, los movimientos y los cortes de cámara, los efectos de sonido y de luz.

 

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