¿Te gustaría aprender a escribir guiones y narrar historias de forma efectiva y cautivadora? ¿Quieres crear contenidos audiovisuales que impacten, emocionen y persuadan a tu público? Si es así, este artículo es para ti. Aquí te explicaremos qué son los guiones y la narración, cómo estructurar un guion para una locución efectiva y qué técnicas puedes usar para narrar historias de manera cautivadora.
Los guiones y la narración son dos conceptos relacionados con la creación de contenidos audiovisuales, como videos, podcasts, audiolibros, videojuegos, etc. Veamos qué significa cada uno:
• Un guion es un documento escrito que contiene el texto, las indicaciones y los elementos visuales y sonoros de un contenido audiovisual. El guion sirve como guía para el equipo de producción, el director, los actores y los técnicos que intervienen en la realización del contenido. El guion debe tener un formato adecuado, una estructura clara y un estilo coherente, que reflejen el género, el tono y el objetivo del contenido.
• La narración es el arte de contar una historia, mediante una voz humana, que se graba y se añade al contenido audiovisual. La narración puede ser sincrónica o asincrónica, según coincida o no con lo que se ve o se dice en la imagen. La narración puede tener diferentes funciones, como informar, educar, entretener, persuadir o emocionar al público. La narración debe tener una voz adecuada, una estructura clara y un estilo coherente, que reflejen el género, el tono y el objetivo del contenido.
Para escribir un guion para una locución efectiva, es importante seguir una serie de pasos que te ayudarán a organizar tus ideas, a definir tu mensaje y a darle forma a tu historia. Estos son los pasos que te recomendamos seguir:
• Define el objetivo y el público de tu contenido: antes de escribir el guion, debes tener claro qué quieres conseguir con tu contenido y a quién va dirigido. Esto te ayudará a elegir el género, el tono y el estilo más adecuados para tu locución, así como el tipo de información, de emociones y de acciones que quieres transmitir a tu público.
• Haz una investigación previa sobre el tema: antes de escribir el guion, debes documentarte sobre el tema que vas a tratar, buscando fuentes fiables y actualizadas que te aporten datos, hechos, curiosidades o opiniones relevantes. Esto te ayudará a dar valor y credibilidad a tu contenido, así como a evitar errores o contradicciones en tu locución.
• Crea una escaleta con las ideas principales: antes de escribir el guion, debes crear una escaleta con las ideas principales que quieres comunicar en tu contenido, ordenadas de forma lógica y coherente. La escaleta es un esquema que resume el contenido de cada escena o sección de tu guion, indicando el tiempo, el lugar, los personajes, los diálogos y las acciones que ocurren. La escaleta te ayudará a tener una visión global de tu historia, así como a detectar posibles fallos o lagunas en tu locución.
• Escribe el guion siguiendo el formato adecuado: una vez que tengas la escaleta, debes escribir el guion siguiendo el formato adecuado para una locución. El formato de un guion para una locución suele incluir los siguientes elementos:
• Revisa y corrige el guion: una vez que hayas escrito el guion, debes revisarlo y corregirlo, para asegurarte de que no tiene errores ortográficos, gramaticales, de puntuación o de coherencia. También debes comprobar que el guion cumple con el objetivo, el público, el género, el tono y el estilo que habías definido, y que se adapta a la duración y al formato del contenido. Además, debes leer el guion en voz alta, para verificar que suena natural, fluido y claro, y que no tiene palabras difíciles de pronunciar, repetidas o innecesarias.
Para narrar historias de manera cautivadora, es importante usar algunas técnicas que te ayudarán a captar la atención, la emoción y la memoria de tu público. Estas son algunas de las técnicas que te recomendamos usar:
• Usa un gancho al inicio: para captar la atención de tu público desde el principio, debes usar un gancho al inicio de tu historia, que genere intriga, curiosidad o interés en el oyente. Un gancho puede ser una pregunta, una afirmación sorprendente, una anécdota, una cita, una estadística, una metáfora o cualquier elemento que despierte la atención de tu público y le invite a seguir escuchando tu historia.
• Usa un arco narrativo: para mantener el interés de tu público a lo largo de tu historia, debes usar un arco narrativo, que consiste en dividir tu historia en tres partes: introducción, desarrollo y conclusión. En la introducción, debes presentar el tema, el contexto, los personajes y el conflicto de tu historia. En el desarrollo, debes mostrar cómo los personajes afrontan el conflicto, mediante acciones, diálogos,etc.
• Usa el punto de vista adecuado: el punto de vista es la perspectiva desde la que se cuenta la historia, es decir, quién es el narrador y qué sabe y qué ve de lo que ocurre. El punto de vista puede ser de primera persona, de segunda persona o de tercera persona, y cada uno tiene sus ventajas y sus desventajas. El punto de vista de primera persona te permite crear una conexión más íntima y directa con el oyente, al hacerle sentir que el narrador le habla a él o que él es el protagonista de la historia. El punto de vista de segunda persona te permite crear una sensación de implicación y de interacción con el oyente, al hacerle sentir que él forma parte de la historia o que él decide lo que ocurre. El punto de vista de tercera persona te permite crear una visión más amplia y objetiva de la historia, al mostrar lo que ocurre desde fuera, sin limitarte a un solo personaje o a una sola escena. Debes elegir el punto de vista que mejor se adapte al tipo, al tono y al objetivo de tu historia, y mantenerlo de forma coherente a lo largo de tu locución.
• Usa los diálogos con naturalidad: los diálogos son las conversaciones que tienen los personajes de tu historia, y que se representan mediante comillas, guiones o signos de puntuación. Los diálogos son una herramienta muy útil para dar vida, personalidad y expresión a los personajes, así como para mostrar sus relaciones, sus conflictos, sus emociones o sus intenciones. Los diálogos deben ser naturales, fluidos y creíbles, es decir, que suenen como si fueran reales, que no sean demasiado largos ni cortos, que no tengan palabras difíciles de pronunciar, repetidas o innecesarias, y que reflejen el tono, el estilo y la intención de cada personaje. También debes usar las acotaciones con moderación, es decir, las indicaciones que se ponen entre paréntesis o corchetes para describir el tono, el gesto, la acción o el pensamiento de un personaje mientras habla. Las acotaciones deben ser claras, breves y relevantes, y no deben interrumpir el ritmo o la fluidez de los diálogos.
• Usa el lenguaje sensorial: el lenguaje sensorial es el que apela a los cinco sentidos del oyente: la vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto. El lenguaje sensorial te permite crear una experiencia más inmersiva y vívida para el oyente, al hacerle sentir que está dentro de la historia, que ve lo que ve el narrador o los personajes, que oye lo que oyen, que huele lo que huelen, que saborea lo que saborean y que toca lo que tocan. El lenguaje sensorial se basa en el uso de descripciones detalladas, de adjetivos calificativos, de comparaciones, de metáforas, de onomatopeyas, de aliteraciones o de cualquier recurso que evoque una sensación o una imagen en la mente del oyente. El lenguaje sensorial debe ser equilibrado, es decir, que no debe abusar de las descripciones ni de los recursos, que no debe ser demasiado abstracto ni demasiado concreto, y que debe estar en armonía con el tono, el estilo y el objetivo de la historia.